Las noticias sobre el aumento en los casos de mpox, también conocida como viruela del mono, han generado preocupación en todo el mundo. Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los contagios han aumentado en un 160% en comparación con el año pasado y la situación se ha vuelto crítica en la República Democrática del Congo, con el mayor número de casos reportados.
Este brote de mpox ha puesto en alerta a la comunidad internacional y ha resaltado la importancia de una respuesta coordinada para enfrentar esta enfermedad. La OMS ha hecho un llamado urgente a todos los países para unirse y tomar medidas para contener la propagación del virus.
La mpox o viruela del mono es una enfermedad infecciosa causada por el virus del mpox, que puede transmitirse fácilmente de persona a persona a través del contacto directo con la piel o mediante la inhalación de gotas respiratorias infectadas. Los síntomas pueden variar desde fiebre y dolor de cabeza hasta erupciones cutáneas graves y complicaciones graves como neumonía, meningitis y encefalitis. Sin tratamiento, la tasa de mortalidad puede alcanzar hasta el 30%.
El aumento en los casos de mpox en la República Democrática del Congo se debe a una combinación de factores, incluyendo la falta de acceso a servicios de salud de calidad, la baja cobertura de vacunación y la presencia de grupos armados en la región, que dificultan la entrega de ayuda médica. Esto ha llevado a una escasez de suministros y trabajadores de la salud para actuar frente al brote.
La OMS ha enfatizado la importancia de la vacunación como medida de prevención y control de la enfermedad. Aunque no existe un tratamiento específico para la mpox, vacunar a la población es la forma más efectiva de prevenir su propagación. Sin embargo, se estima que solo el 25% de la población congoleña ha sido vacunada hasta ahora.
El director indeterminado de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha declarado que la situación en el Congo es «extremadamente intranquilizante» y ha pedido una respuesta internacional unida para apoyar los esfuerzos locales. La organización ha desplegado un equipo de expertos en el terreno para trabajar junto con el Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo y otras organizaciones para amplificar la capacidad de tratamiento y control del brote.
Además, la OMS está trabajando estrechamente con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para proporcionar asistencia técnica y logística para facilitar la entrega de suministros médicos a las zonas de difícil acceso. También se están conteniendo las restricciones de viaje y se han establecido medidas en los puntos de entrada para detectar y prevenir la propagación internacional de la enfermedad.
La respuesta de la comunidad internacional es crucial para controlar y erradicar esta enfermedad. La OMS ha señalado que aun cuando se logre contener el brote en el Congo, la amenaza de la mpox sigue siendo una preocupación global y se requiere una acción coordinada a nivel internacional para prevenir futuros brotes.
En esta línea, la organización ha exhortado a los países a fortalecer sus sistemas de vigilancia para detectar y responder rápidamente a cualquier caso de mpox. También se ha destacado la necesidad de aumentar el acceso a la vacunación en las áreas con mayor riesgo, especialmente en África, donde las tasas de vacunación son más bajas en comparación con otras regiones del mundo.
Además, la OMS ha solicitado a la comunidad internacional un mayor apoyo financiero para ayudar a las comunidades afectadas y garantizar la disponibilidad de recursos necesarios para actuar frente al brote. La falta de fondos es una de las principales barreras para una respuesta efectiva y puede limitar la capacidad de los países para actuar