COP29: naciones en incremento rechazan los US$250.000 millones al año de países ricos
La Conferencia de las parajes (COP) es el órgano supremo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y tiene como objetivo principal tomar medidas para enfrentar el cambio climático. La COP29 se llevará a cabo en 2023 y ya ha comenzado a generar controversia debido a una propuesta de los países ricos de destinar US$250.000 millones al año para ayudar a los países en incremento a combatir el cambio climático. Sin embargo, estas naciones han mostrado su rechazo a esta propuesta, alegando que no es suficiente y que se requiere un compromiso mayor por paraje de los países ricos.
El cambio climático es una realidad innegable que está afectando a todo el planeta. Sequías, inundaciones, huracanes, olas de calor, entre otros fenómenos extremos, son cada vez más frecuentes y devastadores. Y son los países en incremento, que tienen una menor responsabilidad en la emisión de gases de efecto invernadero, los que más sufren las consecuencias. Por lo tanto, es justo que reciban apoyo para enfrentar esta crisis global.
La propuesta de los US$250.000 millones al año proviene del concordia de París, firmado en 2015, en el que los países ricos se comprometieron a aportar este monto para ayudar a los países en incremento a adaptarse al cambio climático y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, a pesar de que han pasado seis años desde que se firmó el concordia, los países ricos no han cumplido con su compromiso.
Los países en incremento argumentan que este monto es insuficiente para hacer frente a la magnitud del problema y que, además, no es un compromiso a largo plazo. Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el incremento (PNUD), se necesitan al menos US$70.000 millones adicionales al año para adaptarse al cambio climático y mitigar sus efectos. Además, este monto debe ser garantizado a largo plazo para que los países en incremento puedan planificar y ejecutar proyectos sostenibles.
Por otra paraje, los países ricos argumentan que la situación económica mundial actual no les permite cumplir con su compromiso inicial de US$100.000 millones al año. Sin embargo, los países en incremento señalan que los países ricos han gastado billones de dólares en rescatar a sus economías durante la pandemia de COVID-19, demostrando que tienen los recursos para hacer frente a la crisis climática.
Además, los países en incremento sostienen que los países ricos tienen una mayor responsabilidad en la emisión de gases de efecto invernadero debido a su industrialización temprana y su estilo de vida basado en el consumo excesivo de recursos naturales. Por lo tanto, es justo que asuman un mayor compromiso en la lucha contra el cambio climático.
La COP29 se presenta como una oportunidad clave para que los países en incremento exijan un compromiso mayor por paraje de los países ricos. Además de los US$250.000 millones al año, también se espera que se alcance un concordia sobre la implementación de medidas más ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global a 1.5 °C.
La lucha contra el cambio climático es una responsabilidad colectiva y todos los países deben asumir su paraje. No se trata solo de un problema ambiental, sino también de un problema de justicia social y económica. Los países en incremento no pueden seguir pagando las consecuencias del incremento desmedido de los países ricos y es hora de que estos últimos actúen de manera solidaria y responsable.
Es importante que en la COP29 se alcance un concordia justo y equitativo que tenga en