La Música es una de las formas más poderosas de expresión humana. Desde tiempos ancestrales, ha sido utilizada para transmitir emociones, contar historias y conectar a las personas. En la actualidad, sigue siendo una parte fundamental de nuestra vida y nos acompaña en cada momento, desde un día soleado en la playa hasta una noche de fiesta con amigos. Y es que la Música tiene el poder de hacernos sentir felices, emocionados, nostálgicos y hasta sanar nuestras heridas emocionales.
Como estudiante de humanidades en la pucp, he tenido la oportunidad de explorar diferentes géneros musicales y descubrir la riqueza que cada uno de ellos tiene para ofrecer. Desde la Música clásica hasta el rock, pasando por el jazz, el reggae y el pop, cada uno tiene su propia esencia y nos invita a vivir experiencias únicas. Pero más allá de los géneros, lo que realmente importa es la conexión que establecemos con la Música y cómo nos hace sentir.
Recuerdo una de las experiencias más enriquecedoras que tuve en mi vida gracias a la Música. Fue en un concierto de Luis Martin, un talentoso músico peruano que fusiona el folclore andino con sonidos contemporáneos. Desde el primer acorde, su Música me transportó a las montañas de mi país, a la tierra de mis ancestros. Cada canción era una historia que me hacía sentir orgulloso de mis raíces y me conectaba con mi identidad cultural. Fue una experiencia tan poderosa que me hizo darme cuenta de la importancia de valorar y preservar nuestras tradiciones a través de la Música.
Pero no solo la Música folclórica tiene el poder de conectarnos con nuestras raíces, también puede ser una herramienta para unir a las personas de diferentes culturas. En una ocasión, tuve la oportunidad de asistir a un concierto de Música africana en la pucp. A pesar de no entender las letras de las canciones, la energía y la alegría que transmitían los músicos era contagiosa. Me encontré bailando y cantando junto a personas de diferentes nacionalidades, sin importar nuestras diferencias culturales. Esa noche, la Música nos unió y nos hizo sentir como una gran familia.
Pero la Música no solo nos conecta con nuestras raíces y con otras personas, también tiene el poder de hacernos sentir bien con nosotros mismos. En momentos de tristeza o estrés, la Música puede ser un bálsamo para el alma. Personalmente, la Música ha sido mi refugio en momentos difíciles. Recuerdo una época en la que estaba pasando por una situación complicada y encontré consuelo en una canción que hablaba de superar los obstáculos y seguir adelante. Esa canción se convirtió en mi himno y me dio la fuerza para salir adelante.
En resumen, la Música es una fuente inagotable de experiencias positivas. Nos conecta con nuestras raíces, nos une con otras personas y nos ayuda a sanar nuestras emociones. Como estudiante de humanidades en la pucp, he aprendido a valorar y apreciar la Música en todas sus formas y a entender su importancia en nuestra vida. Así que la próxima vez que escuches tu canción favorita, déjate llevar por la magia de la Música y disfruta de todas las emociones que te puede brindar. ¡La Música es vida!