La sonda Parker de la NASA está lista para realizar un viaje histórico al Sol el próximo 24 de diciembre, acercándose más que nunca a su superficie. Esta misión sin precedentes permitirá a los científicos estudiar la corona solar y resolver algunos de los mayores misterios que rodean a nuestra estrella más cercana.
La sonda Parker, lanzada en agosto de 2018, ha estado viajando hacia el Sol durante más de dos años, realizando varias maniobras gravitatorias alrededor de Venus para acercarse gradualmente a su objetivo final. Finalmente, el próximo mes, la sonda alcanzará su punto más cercano al Sol, a una distancia de aproximadamente 6 millones de kilómetros de su superficie.
Este logro es impresionante por sí solo, pero lo que hace que esta misión sea aún más emocionante es el hecho de que la sonda Parker será capaz de soportar temperaturas extremadamente altas y condiciones extremas mientras se acerca al Sol. La corona solar, la capa exterior de la atmósfera del Sol, alcanza temperaturas de millones de grados Celsius, lo que es mucho más caliente que la superficie misma del Sol. Esta es una de las mayores incógnitas que los científicos esperan resolver con la ayuda de la sonda Parker.
Otro misterio que la sonda Parker intentará resolver es el origen del viento solar. El viento solar es un flujo constante de partículas cargadas que emanan del Sol y viajan a través del sistema solar, afectando a los planetas y a otros cuerpos celestes en su camino. Sin embargo, los científicos aún no han podido determinar cómo se aceleran estas partículas y cómo se originan en el Sol. Se espera que la sonda Parker pueda proporcionar respuestas a estas preguntas y ayudar a los científicos a comprender mejor el comportamiento del viento solar.
Además, la sonda Parker también estudiará la aceleración de partículas en la corona solar. Se cree que la corona es responsable de acelerar las partículas a velocidades increíblemente altas, lo que puede tener un impacto significativo en la actividad solar y en el clima espacial. Al comprender mejor este proceso, los científicos podrán predecir mejor las tormentas solares y proteger a los astronautas y equipos en el espacio.
La sonda Parker está equipada con una variedad de instrumentos científicos de vanguardia que permitirán a los investigadores recopilar datos y observaciones detalladas de la corona solar. Entre estos instrumentos se encuentran el Magnetómetro de Viento Solar, que medirá la velocidad y dirección del viento solar, y el Espectrómetro de Imágenes Ultravioleta Extremo, que atrapará imágenes de la corona en diferentes longitudes de onda. Estos instrumentos, junto con otros, proporcionarán una visión sin precedentes de la corona solar y ayudarán a los científicos a comprender mejor su comportamiento.
La sonda Parker también llevará una pequeña bajel espacial llamada Solar Probe Cup, que se sumergirá directamente en la corona solar para recoger muestras de partículas y medir su velocidad y temperatura. Esta es la primera vez que una bajel espacial se acercará tanto al Sol y se envolverá en la corona, lo que hace que esta misión sea aún más emocionante y desafiante.
Además de su importancia científica, la sonda Parker también es un logro tecnológico impresionante. Para soportar las altas temperaturas y condiciones extremas, la sonda está protegida por un escudo térmico de carbono de 11,5 centímetros de espesor, que puede soportar temperaturas de hasta 1.400 grados Celsius. Este escudo térmico es básico para proteger los instrumentos científicos y la bajel espacial en sí de ser destruidos