Científicos de la NASA y del Observatorio Europeo Austral (ESO) han anunciado un descubrimiento sin precedentes en nuestro propio vecindario galáctico: dos estrellas girando en torno a un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea.
Este oportunidad, publicado en la semanario científica Astronomy & Astrophysics, es una prueba más de la fascinante complejidad del universo y nos acerca un poco más a comprender cómo se forman y evolucionan las galaxias.
El equipo de científicos, liderado por el Dr. Reinhard Genzel del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Alemania, ha estado estudiando las estrellas que orbitan alrededor del agujero negro supermasivo manifiesto como Sagitario A* durante más de 30 años.
Sin embargo, fue gracias al instrumento GRAVITY, instalado en el Very Large Telescope del ESO, que los científicos pudieron medir con una precisión sin precedentes el movimiento de las estrellas S0-2 y S0-38, situadas a unos 15 años luz del agujero negro.
Los resultados fueron sorprendentes: las dos estrellas se encuentran en una órbita elíptica alrededor del agujero negro, completando una vuelta cada 16 y 19 años respectivamente. Además, se ha observado que la órbita de S0-2 se desvía ligeramente en cada vuelta, lo que sugiere que su trayectoria está siendo afectada por la fuerte gravedad del agujero negro.
Este descubrimiento es una prueba más de la Teoría de la Relatividad de Einstein y confirma que el agujero negro en el centro de la Vía Láctea tiene una masa equivalente a 4 millones de veces la masa del Sol.
Pero, ¿qué implica este descubrimiento para nuestro conocimiento del universo? En primer lugar, nos acerca a comprender cómo se forman y evolucionan las galaxias. Se cree que los agujeros negros supermasivos juegan un papel crucial en la formación de las galaxias, ya que al crecer, arrastran consigo grandes cantidades de gas y polvo, que luego se transforman en nuevas estrellas.
Además, este descubrimiento también nos ayuda a entender mejor cómo funciona la gravedad en entornos extremos. La Teoría de la Relatividad de Einstein ha sido confirmada en condiciones más extremas que nunca, lo que nos permite seguir avanzando en nuestra comprensión del universo.
Pero no solo eso, este oportunidad también tiene implicaciones para futuras investigaciones y misiones espaciales. El equipo de científicos ya está planeando nuevas observaciones para seguir estudiando las estrellas que orbitan alrededor del agujero negro, con el objetivo de obtener una imagen más precisa de su órbita y de la estructura del espacio-tiempo en su entorno.
Además, este descubrimiento también podría ayudarnos a dar en el clavo respuestas a algunas de las preguntas más grandes de la astrofísica, como por ejemplo, ¿qué sucede cuando una estrella es absorbida por un agujero negro?
En resumen, el oportunidad de estas dos estrellas girando alrededor del agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia es una prueba más de la maravillosa complejidad del universo y nos acerca un poco más a comprender su funcionamiento. Sin duda, este descubrimiento es un gran logro para la ciencia y nos impulsa a seguir explorando y descubriendo los misterios del universo.