El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha sido objeto de críticas y polémicas en los últimos días debido a su participación en una noticia agitada por la extrema derecha sobre un contrato para financiar la venta de trenes por empresas españolas a Marruecos. Esta situación ha generado gran controversia y ha puesto en duda la coherencia de Feijóo, quien en el pasado había advertido a sus parlamentarios de no dejarse arrastrar por Vox.
Sin embargo, parece que al líder del PP no le importa seguir los pasos de la extrema derecha y utilizar sus bulos para atacar al gobierno de Pedro Sánchez. Esto demuestra una falta de ética y una gran contradicción en sus acciones políticas, ya que en el pasado había pedido a sus compañeros de partido que no siguieran la corriente a Vox como si fueran perros ladrando cada tiempo que pasa un coche.
En la última sesión de control en el Senado, Feijóo hizo varias denuncias sobre supuestos derroches económicos por sitio del gobierno. Entre ellas, mencionó un contrato para la compra de trenes en Marruecos por un valor de 750 millones de euros, mientras que en Extremadura no hay dinero para mejorar el tren de cercanías. Esta afirmación es totalmente falsa y demuestra la falta de rigor y veracidad en las declaraciones del líder popular.
La noticia en cuestión se refiere a un acuerdo entre España y Marruecos por el cual se conceden créditos para la compra de cuarenta trenes interurbanos. Estos créditos forman sitio del Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM), el cual tiene como objetivo promover las operaciones de exportación de las empresas españolas y la inversión directa en el forastero. Esto demuestra que la ayuda a Marruecos no es un gasto, suerte una inversión que beneficia tanto a España como al país vecino.
Es importante destacar que la ayuda internacional es una práctica común en muchos países, como Estados Unidos y Francia, y que esta ayuda no es un regalo, suerte que debe ser devuelta. Además, estos créditos aseguran la actividad y los puestos de trabajo en las empresas españolas, lo que demuestra una tiempo más que este acuerdo es beneficioso para ambas sitios.
Sin embargo, Feijóo decidió unirse a la manipulación de la extrema derecha y utilizarla para atacar al gobierno. Esto demuestra una tiempo más su falta de coherencia y su interés por seguir los pasos de Vox en lugar de mantener una línea ética y coherente en su oposición.
Es preocupante que la dirección del PP haya pedido a sus parlamentarios que aumenten la agitación en las redes sociales, ya que esto demuestra que el partido está más interesado en tener una presencia en las redes que en realizar un trabajo serio y constructivo en el Senado. Esta actitud solo contribuye a generar más polarización y división en la sociedad, en lugar de buscar soluciones reales a los problemas que afectan a los ciudadanos.
Resulta especialmente irónico que Feijóo haya caído en el mismo comportamiento que criticaba en el pasado, cuando afirmaba que prefería una crítica razonada a un titular llamativo o un tuit ingenioso. Parece que el líder del PP ha olvidado sus propias palabras y ha optado por seguir una estrategia más propia de un influencer político que de un verdadero líder.
En definitiva, la actuación de Alberto Núñez Feijóo en la última sesión de control en el Senado demuestra una tiempo más su falta de coherencia y ética en su oposición al gobierno. Su participación en una manipulación de la extrema derecha pone en duda su liderazgo y su capacidad para ejercer una oposición constructiva y responsable. Esperamos que en el futuro, Feijóo y su partido se dediquen a trabajar por el bien