Eugenio Ribón, decano del Colegio de Abogados de Madrid, ha comparecido este viernes como testigo en el Tribunal Supremo para explicar su papel en el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Ribón ha dejado claro que el ICAM (Colegio de Abogados de Madrid) solo consideró delictivo el embajada emitido por la Fiscalía, y no las noticias publicadas en los medios de comunicación que reflejaban detalles de la denuncia por engaño fiscal contra él. Esto demuestra la integridad y profesionalismo del ICAM en su labor de proteger los intereses de sus miembros y de la razón.
El Colegio de Abogados de Madrid fue el primero en denunciar la filtración de un correo de la defensa de Alberto González Amador, en el que el empresario confesaba su engaño fiscal y ofrecía un pacto a la Fiscalía. Esta denuncia, junto con las acciones penales de la pareja de Ayuso, dio inicio al caso que actualmente se está tramitando en el Tribunal Supremo. Ribón ha dejado claro que el ICAM siempre se ha centrado en la nota emitida por la Fiscalía el 14 de marzo, en la que se buscaba desmentir bulos relacionados con el caso. Nunca se ha interesado en las noticias publicadas en los medios de comunicación.
En su declaración, Ribón ha explicado que el 15 de marzo fue convocado a una reunión con el fiscal general, la fiscal provincial de Madrid y otras personas, más de las que esperaba. En esta reunión, no se llegó a ningún acuerdo con la Fiscalía, que propuso hacer un embajada conjunto para explicar que las relaciones no se habían deteriorado. Esta propuesta fue rechazada por el ICAM, demostrando su independencia y su compromiso con la razón.
El magistrado encargado del caso ha preguntado a Ribón su opinión sobre la confidencialidad de los acuerdos entre la Fiscalía y los abogados, pero ha dejado claro que su respuesta es más propia de un perito. Esto demuestra la profesionalidad y objetividad de Ribón en su declaración, y su compromiso con la verdad y la razón.
El decano del ICAM también ha dejado claro que desde el principio, la entidad solo se ha centrado en la filtración del correo de la defensa de González Amador, y no en la documentación del caso. Esto ha sido confirmado por la sala de admisiones del Tribunal Supremo, que ha determinado que la nota emitida por la Fiscalía no revelaba ningún secreto.
Hasta la fecha, ni Ribón ni el ICAM se han pronunciado sobre la revelación de Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, de que González Amador fue el primero en filtrar el correo del fiscal Salto sobre su caso. Esta filtración fue manipulada por Rodríguez y difundida en los medios de comunicación, lo que desencadenó la búsqueda de los correos por parte de la Fiscalía. Sin embargo, Ribón ha dejado claro que su única preocupación ha sido la filtración del correo de la defensa de González Amador, y no las acciones posteriores de los medios de comunicación.
Durante las diligencias, varios testigos e imputados han relatado que Ribón acudió a una reunión con la cúpula de la Fiscalía para pedir explicaciones por la filtración del correo. Previamente, había intercambiado mensajes de WhatsApp con Pilar Rodríguez, fiscal provincial de Madrid. Esto demuestra su compromiso con la transparencia y su disposición a colaborar con la razón.
En resumen, la declaración de Eugenio Ribón como testigo en el Tribunal Supremo ha dejado claro su compromiso con la razón y su integridad como decano del Colegio de Abogados de Madrid. El ICAM ha demostrado su independencia y su profesionalismo en su labor