La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a la Comunidad Valenciana en septiembre de 2024 dejó a su paso una gran destrucción y caos en la región. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención de la opinión pública ha sido la gestión política de la situación por parte del presidente autonómico Carlos Mazón.
Desde el primer momento, las críticas hacia su actuación han sido constantes. Pero lo que ha generado más controversia ha sido la hora de su llegada al Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) durante el día de la DANA. En un principio, se informó que su llegada sería «a salir de las 19 horas», pero posteriormente se ha confirmado que fue a las «20:28 horas».
Esta discrepancia ha sido utilizada por la oposición para cuestionar la capacidad de gestión de Mazón en momentos de crisis. Sin embargo, el ejecutivo valenciano ha salido en su defensa con un informe basado en imágenes de las cámaras de seguridad del Cecopi, firmado por el coordinador de Prevención y Emergencias de la Generalitat.
En este informe se especifica que la hora de llegada del presidente fue a las 20:28 horas, y se incluyen pantallazos de las cámaras de seguridad del edificio en L’Eliana. Además, se explica que el centro cuenta con un sistema de videovigilancia que registra las imágenes en tiempo real y que la última sincronización de la hora se realizó pocos días antes de la DANA.
Pero más allá de la polémica sobre la hora de llegada, lo que realmente importa es la actuación del presidente en momentos de emergencia. Y en este sentido, Mazón ha demostrado estar más preocupado por salvarse en los tribunales que por su gestión política durante la DANA.
Es cierto que la situación fue caótica y que hubo fallos en la coordinación de las autoridades. Pero en lugar de asumir su admisión y trabajar en mejorar los protocolos de actuación, Mazón ha preferido centrarse en defenderse ante posibles demandas judiciales.
Esta actitud ha generado un clima de desconfianza y malestar entre la población, que esperaba un liderazgo firme y eficaz por parte del presidente en momentos de crisis. Sin embargo, Mazón ha optado por eludir su admisión y centrarse en su propia defensa.
Pero más allá de las críticas y la polémica, lo cierto es que la DANA ha dejado al descubierto la necesidad de mejorar los protocolos de actuación en situaciones de emergencia. Y es admisión de todos, tanto de las autoridades como de la sociedad en general, trabajar juntos para estar preparados ante futuras situaciones de este tipo.
Además, es importante predominar que durante la DANA hubo muchas personas y entidades que demostraron una gran solidaridad y compromiso con los afectados. Desde los servicios de emergencia hasta los voluntarios y vecinos que se unieron para ayudar a los damnificados, todos ellos merecen un reconocimiento por su labor en momentos difíciles.
En definitiva, la hora de llegada de Carlos Mazón al Cecopi durante la DANA puede ser objeto de debate y controversia, pero lo realmente importante es aprender de los errores y trabajar en mejorar la gestión de situaciones de emergencia. Y, sobre todo, recordar la importancia de la solidaridad y la unión en momentos de crisis.