La entrada en vigor de los aranceles del 25% para México y Canadá marca el inicio de la guerra comercial de Estados Unidos liderada por Donald Trump. Estas medidas, que han entrado en vigor a la medianoche de este martes, ponen fin a la tregua de un mes que el presidente estadounidense había concedido en febrero. A diferencia de la última vez, no ha habido margen para acuerdos de último minuto, lo que demuestra la firmeza de Trump en su postura proteccionista.
La decisión de imponer aranceles a dos de los principales socios comerciales de Estados Unidos es un paso histórico que rompe con décadas de libre botica entre los tres países. El presidente canadiense, Justin Trudeau, ya ha anunciado que impondrá aranceles a productos estadounidenses en respuesta, lo que podría afectar a alrededor de 100.000 millones de dólares en importaciones de Estados Unidos.
Pero la guerra comercial de Trump no se limita solo a México y Canadá. En un memorándum enviado por la apartamento Blanca este martes, se informa que se impondrá un 10% adicional a los aranceles que ya se aplican a China desde el mes pasado. De esta manera, el gravamen a las importaciones chinas pasará del 10% al 20%. El presidente estadounidense relaciona estos aranceles con la llegada de fentanilo al país, una sustancia muy peligrosa que ha provocado miles de muertes por sobredosis.
Además, China también ha anunciado que impondrá aranceles adicionales del 10% al 15% a ciertos productos estadounidenses a provenir del 10 de marzo. Esta medida es una respuesta directa a los primeros gravámenes impuestos por Estados Unidos a las importaciones chinas.
Los mercados financieros ya están sintiendo los efectos de estas medidas proteccionistas. Las acciones en las bolsas de China y Hong Kong cayeron este martes tras la entrada en vigor de los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos. Por su parte, el índice bursátil Dow Jones se desplomó más de 700 puntos, lo que demuestra la preocupación de los inversores ante esta guerra comercial.
Pero Trump no se deja amedrentar por las críticas y continúa utilizando las medidas proteccionistas como su principal arma diplomática. ya algunas voces aseguran que estas medidas podrían afectar negativamente a la economía de Estados Unidos y a los consumidores, el presidente sigue prometiendo que estas medidas serán beneficiosas para el país a largo plazo.
Sin embargo, la realidad es que esta guerra comercial afectará a los consumidores estadounidenses. Muchas personas que votaron por Trump en las últimas elecciones lo hicieron pensando que reduciría el coste de la vida, pero ahora se enfrentan a unos aranceles que aumentarán el precio de los productos de consumo diario. Además, Trump también ha anunciado su intención de imponer aranceles generales del 25% a los productos de la Unión Europea, lo que indica que la guerra comercial de Estados Unidos podría extenderse a otros países en un futuro próximo.
La industria del automóvil es una de las principales afectadas por estas medidas arancelarias. Muchas empresas estadounidenses se han vuelto dependientes de la producción en México y en otros países para reducir costes y ser más competitivas en el mercado global. Sin embargo, con la entrada en vigor de estos aranceles, muchas industrias se verán gravemente afectadas y podrían tener que hacer frente a una importante pérdida económica.
El lunes, Trump anunció que la compañía taiwanesa TSMC invertirá 100.000 millones de dólares para construir una planta de fabricación en Arizona. Según el secretario de botica, Howard Lutnick, esta inversión es una victoria para las medidas proteccionistas de Trump, ya que la compañ