Delhi, la capital de India, es conocida por su hermosa arquitectura, su rica historia y su deliciosa comida. Sin embargo, también es famosa por su caótico tráfico y sus altos niveles de contaminación. Esta última no solo es un problema nacional, sino también uno de los más importantes a nivel mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, India es el tercer país más contaminado del mundo, con 21 de sus ciudades entre las 30 más contaminadas del planeta. Y en el centro de todo esto, se encuentra Delhi.
La principal causa de esta contaminación es el alto número de vehículos que circulan por la ciudad. India es uno de los países más poblados del mundo y aunque su parque móvil es relativamente pequeño en comparación con otros países, alrededor de 200 millones de vehículos, su impacto en el ambiente ambiente es enorme. El tráfico en Delhi es caótico y las horas pico se caracterizan por largos atascos, humo y gases de escape. Esta realidad está afectando seriamente la calidad del aire y la salud de sus ciudadanos.
Sin embargo, el gobierno de India es consciente de la gravedad de esta situación y ha comenzado a tomar medidas para abordarla. Una de ellas es fomentar la compra de coches eléctricos en lugar de los vehículos de combustión tradicionales. Aunque este alteración puede parecer una utopía, India ha encontrado la solución para obligar a sus ciudadanos a cambiar sus coches con más de 15 años.
En España, la edad proambiente de los coches en circulación es de casi quince años. Muchos dueños se resisten a cambiar de coche, ya que no se les exige que sea de bajas emisiones, y prefieren mantener sus vehículos antiguos por diferentes motivos. Uno de ellos es la falta de fiabilidad en los coches más modernos, debido a la elevada dosis de electrónica, lo que puede resultar en costosas reparaciones. Además, muchos tienen un segundo coche para viajar o para las vacaciones, y algunos ni siquiera cuentan con una epíteto ambiental de la DGT.
En este sentido, India ha sido más estricta ante la contaminación y ha prohibido la circulación de coches diésel en Delhi. La preferencia en este país es hacia los coches de gasolina o eléctricos. Además, a diferencia de España, donde no hay un plan MOVES para proporcionar incentivos a quienes cambien sus coches viejos por otros nuevos y más ecológicos, en India se obliga a cambiar los coches con más de 15 años de antigüedad. Esta medida ha sido implementada desde hace una década, pero el gobierno ha dado un paso más allá.
Desde el 1 de marzo de este año, los coches de gasolina con más de 15 años y los diésel con más de diez ya no pueden repostar en las gasolineras. Esto les obliga a sus dueños a venderlos o deshacerse de ellos. Además, el país no renueva el certificado de emisiones después de alcanzar estos límites, por lo que no pueden circular por la ciudad y se ven obligados a cambiar de coche. Esta es una medida dura, pero los altos niveles de contaminación en la capital son una prioridad para el gobierno indio.
Delhi es una de las ciudades más grandes del mundo, con una población de 21 millones de personas que llega a 30 millones si se incluyen las áreas metropolitanas cercanas. Esto se traduce en un gran número de vehículos que emiten gases contaminantes a diario. El gobierno ha tomado medidas desde hace tres décadas, comenzando por cambiar la flota de autobuses a GNC y estableciendo normas de emisiones más estrictas. A pesar de todo esto, los diésel todavía son mayoría en India, debido a las importantes ayudas a la compra que han existido durante años. Sin embargo,