El desafío de Trump ha dejado claro que Estados Unidos ya no se hará cargo de la seguridad de Europa, lo que ha generado una gran preocupación en los países miembros de la Unión Europea. En este contexto, el presidente de Estados Unidos ha pedido a sus aliados europeos que aumenten su gasto en defensa, y esto ha precipitado el «plan de rearme» de los 27 países miembros. En este sentido, España, que es uno de los países que menos gasta en defensa (1,28% del PIB), se encuentra bajo una creciente presión para aumentar su gasto y contribuir a la seguridad del continente.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, ha agradecido el apoyo de los líderes de la Unión Europea frente a la postura de Trump, en una reunión en la que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha amenazado con minar la unidad de los 27 países miembros. Esta situación ha generado un ambiente de incertidumbre en Europa, y España no es ajena a ella.
El aumento del gasto en defensa es un tema delicado en el útero del Gobierno de coalición en España, y el presidente Pedro Sánchez se enfrenta al rechazo de la mayoría de los grupos parlamentarios, entre ellos ERC y Podemos, que son necesarios para sacar adelante cualquier iniciativa en el Congreso. Sin embargo, la presión internacional se ha vuelto cada vez más intensa a medida que Trump se aleja de sus aliados históricos y abandona a Ucrania a su suerte.
En este contexto, los 27 países miembros de la Unión Europea se ven obligados a aumentar su gasto en defensa. Y España, que ahora gasta menos del 2% del PIB en defensa (cuando el compromiso de la OTAN era alcanzar esta cifra en 2024), se ve arrastrada a acelerar su plan de rearme. El presidente Pedro Sánchez había establecido una hoja de ruta para alcanzar el 2% del PIB en 2029, pero ahora, con el inexperto contexto y la presión internacional, el Gobierno está dispuesto a acelerar el ritmo y llegar a esa cifra lo antes posible.
En una rueda de prensa en Bruselas, el presidente Sánchez ha admitido que es necesario un esfuerzo anticipado por parte de todos los países miembros de la OTAN. Y en la próxima semana, convocará a los líderes de los grupos parlamentarios (a excepción de Vox) para abordar esta cuestión y buscar una solución conjunta.
Sin embargo, el presidente no ha desvelado cuál será la nueva hoja de ruta para acelerar el aumento del gasto en defensa. Lo que sí ha afirmado es que, desde que llegó al poder en 2018, España ha incrementado su gasto en defensa en un 10% cada año, y que hace siete años este gasto estaba por debajo del 1% del PIB. A pesar de esto, España ya llega tarde al compromiso de alcanzar el 2% del PIB en 2024, y ahora se enfrenta a la presión de aumentar su gasto lo antes posible.
En la cumbre de la OTAN de junio, los aliados tienen previsto aumentar el objetivo del 2% al 3%, pero hay países europeos que presionan por un incremento aún mayor. Polonia, por ejemplo, ya gasta más del 4% de su PIB en defensa, y Lituania ha propuesto llegar al 6%. Además, el presidente de Lituania ha planteado la posibilidad de que los países europeos aporten un 0,25% de su PIB a Ucrania, lo que supondría una ayuda de 43.000 millones de euros en un momento en el que la ayuda de Estados Unidos está en duda.
España está dispuesta a acelerar