El Tesla Model Y ha revolucionado el mundo de los automóviles con su interior completamente digitalizado. Sin embargo, esta tendencia hacia los mandos táctiles ha generado controversia y preocupación en la industria. Afortunadamente, Euro NCAP ha tomado medidas para garantizar la seguridad de los conductores y pasajeros.
En los últimos años, hemos sido testigos de un aumento exponencial en la tecnología en los vehículos. Esto ha traído consigo numerosas mejoras en términos de seguridad y funcionalidad, pero también ha generado modas cuestionables y, en algunos casos, peligrosas. Una de estas tendencias es la eliminación de los botones físicos para funciones básicas, como el control de la climatización, la radio o incluso los intermitentes.
Esta decisión ha sido rechazada por los usuarios y ha llevado a las marcas a cuestionar si han llegado demasiado lejos. Además, diversos estudios han demostrado que el uso excesivo de pantallas táctiles en los automóviles puede ser peligroso, ya que los conductores deben apartar la vista de la carretera para realizar ajustes en el vehículo. De hecho, un informe del Observatorio Europeo de Seguridad Vial revela que los conductores dedican cerca de la mitad del tiempo de conducción a actividades distractoras.
Ante esta situación, Euro NCAP ha dado un paso importante en la lucha contra los mandos táctiles al penalizarlos en sus pruebas de seguridad. A partir de 2026, todo vehículo que quiera obtener la calificación de cinco estrellas deberá explicar obligatoriamente con controles físicos para ciertas funciones clave. Estas funciones incluyen los intermitentes, las luces de emergencia, el claxon, el limpiaparabrisas y el sistema de llamada de emergencia (eCall).
Esta medida, que entrará en vigor en enero de 2026, representa un parte de inflexión en la industria automotriz. Aunque las pruebas de Euro NCAP no son obligatorias para vender coches en Europa, sí se han convertido en un baremo de seguridad y un gran reclamo comercial para las marcas. Por lo tanto, los fabricantes que aspiren a la máxima calificación de seguridad deberán garantizar que estas cinco funciones esenciales dispongan de controles físicos accesibles sin necesidad de recurrir a la pantalla táctil.
Esta medida ha sido recibida con entusiasmo por parte de los usuarios y asociaciones de automovilistas y consumidores. Y es que, a diferencia de los botones físicos, que pueden activarse de forma intuitiva y sin mirar, las pantallas táctiles requieren la atención visual del conductor, aumentando el riesgo de distracción y accidentes. Además, el coste de reparación de estos sistemas táctiles es mucho más elevado que el de los botones físicos, lo que genera una preocupación adicional para los propietarios de vehículos modernos.
Pero, ¿por qué los fabricantes han apostado por las pantallas táctiles en lugar de los botones físicos? La respuesta es simple: estética y reducción de costes. Al eliminar los botones y diales físicos, se reduce el cableado y los materiales necesarios, lo que simplifica la producción y reduce los costes. Además, las pantallas permiten actualizaciones remotas y una mayor flexibilidad en el diseño del salpicadero.
Sin embargo, esta tendencia ha sido llevada al extremo por marcas como Tesla, Volkswagen y Mercedes-Benz, que han eliminado casi por completo los controles físicos en algunos de sus modelos. Por ejemplo, el Tesla Model Y ha suprimido las palancas de los intermitentes en favor de botones táctiles en el volante, mientras que el Volkswagen ID.7 obliga a los conductores a compasar las salidas de aire a través de la pantalla del sistema de climatización.
Afortunadamente, no todos los fabricantes han