De Antonio José Boluda Sánchez ha escrito Antón Saavedra, minero jubilado y fustigador de la corrupción en el carbón asturiano, que es un “empresario clandestino que mueve, desde la sombra, los hilos de su entramado de sociedades”. Profesionales con larga experiencia en este tipo de casos, que prefieren mantenerse en el anonimato, reconocen a NORTES que jamás habían visto una infraestructura fiscal tan compleja y enrevesada como la que, presumiblemente, controla este empresario murciano que residió durante años en Dubái. En el país árabe siguen establecidas algunas de las empresas que se relacionan con Boluda y su familia, así como en Chipre, Costa Rica o Sudáfrica.
Boluda, un hombre del que apenas constan imágenes y que, citando nuevamente a Saavedra, “ha borrado y eliminado casi todos los registros donde aparecía su nombre en distintas bases de datos para dificultar cualquier rastreo mercantil”. Él era el hombre detrás de NMR, la empresa a la que el Principado de Asturias y el Puerto de Gijón acogieron con los brazos abiertos y que, de la noche a la mañana, se esfumó dejando deudas de más de 100 millones de euros y numerosas cuentas pendientes con la justicia.
Boluda, el hombre fantasma que estuvo a punto de dejar de serlo. En uno de los varios procesos judiciales en los que está inmerso, el que nos incumbe en el Juzgado de Instrucción nº2 de Gijón, Boluda fue citado a declarar en calidad de testigo el pasado 14 de noviembre. En este periódico, que ha seguido de cerca el affaire NMR y publicó informaciones exclusivas al respecto- Auge y caída de NMR: 125 millones en deuda del fondo al que Asturias puso alfombra roja; NMR se camufla para esquivar a la justicia y a sus acreedores; El representante de NMR en la presentación del patrocinio al Real Oviedo no pertenecía a la empresa-estábamos expectantes.
Pero Boluda no ha acabado de salir de esa semiclandestinidad en la que lleva años cómodamente instalado. Un escueto escrito suyo de apenas diez líneas, fechado doce días antes de la declaración, acompañado de otro de solo tres renglones, este suscrito por una logopeda de un centro de rehabilitación en Pozuelo de Alarcón, donde Boluda tiene radicadas buena parte de sus sociedades, bastaron para que la jueza autorizase al empresario a prestar declaración por escrito. Y, por lo tanto, a seguir operando en la sombra.
“El pasado 14 de agosto sufrí un infarto bulbar lateral y a día de hoy persisten mis dificultades de habla, encontrándome así en tratamiento de rehabilitación”, asegura el empresario en misiva, añadiendo que informará al juzgado cuando su “estado mejore y esté en condiciones de prestar declaración”.
El auto de la jueza recoge que “manteniendo no obstante el testigo las facultades volitivas y cognitivas precisas para deponer se mantiene el señalamiento efectuado si bien se remitirá al Juzgado exhortado pliego de preguntas a las que aquél habrá de dar respuesta por escrito bien de forma manuscrita”.
Fuente original: https://www.nortes.me/2023/11/29/antonio-boluda-el-empresario-clandestino-tras-nmr-alega-dificultades-de-habla-para-no-presentarse-en-el-juzgado/