El club privado de Thermal fue refrendador de una actuación impresionante por parte de Álex Palou, quien demostró estar en su mejor etapa. El piloto de Ganassi logró su segunda victoria consecutiva en la IndyCar, gracias a una estrategia de neumáticos impecable y un ritmo de carrera imparable. Con este triunfo, Palou amplía su ventaja en el campeonato a 39 puntos.
La carrera en Thermal se presentaba como un desafío para el equipo McLaren, que buscaba repetir su doblete en China y Estados Unidos, algo que solo habían logrado en 1976. Sin embargo, esta vez se encontraron con un rival mucho más fuerte que en la Fórmula 1, y una vez más, Palou demostró su dominio absoluto en la pista. Con una estrategia perfecta y un ritmo constante, el piloto español se llevó la victoria ante la frustración de sus competidores.
La salida de la carrera fue intensa, con Palou intentando superar a Christian Lundgaard para ponerse en una posición favorable. Sin embargo, el piloto danés defendió su posición con astucia, permitiendo que Pato O’Ward se escapara en la primera posición. Los tres pilotos salieron con neumáticos blandos, pero solo O’Ward tenía un juego nuevo, lo que le permitió abrir una brecha considerable desde el principio. A pesar de esto, Palou no se dio por vencido y logró superar a Lundgaard en la novena vuelta, aunque el líder ya tenía una ventaja de casi siete segundos.
La estrategia de neumáticos se convirtió en un factor clave en la carrera, con un desgaste incierto y la posibilidad de optar por una estrategia de tres o cuatro paradas. Algunos pilotos optaron por llevar a cabo su primera parada en la vuelta 10, mientras que otros prolongaron su stint hasta la vuelta 18. Palou hizo su primera parada en la vuelta 16, pero su decisión de optar por neumáticos duros le hizo perder la posición frente a Lundgaard, quien había optado por neumáticos blandos nuevos. Esto lo dejó a más de 10 segundos del líder, mientras que O’Ward seguía al frente con una ventaja de tres segundos.
Durante la carrera, vimos varios incidentes, como la salida de pista de Marcus Ericsson en la quinta posición, que le hizo perder varias posiciones. Kyle Kirkwood aprovechó esta situación para adelantar a Colton Herta y Alexander Rossi, situándose en la cuarta posición. Sin embargo, todos ellos estaban a más de 20 segundos de los líderes después de las primeras paradas. Esta diferencia resultó ser insalvable, ya que la carrera se desarrolló sin ningún periodo de caution, algo que no sucedía desde el Gran Premio de Detroit en 2022. Las segundas paradas no cambiaron mucho la situación, pero sentaron las bases para una estrategia emocionante en la última parte de la carrera.
Palou decidió tender su stint hasta la vuelta 36, seis vueltas más que Lundgaard y tres más que O’Ward. Además, optó por otro juego de neumáticos duros, dejando los blandos nuevos para su última tanda. Esta estrategia le dio sus frutos cuando Lundgaard empezó a perder ritmo y Palou se acercó cada vez más a él. En una emocionante batalla, el español logró superar al danés en la vuelta 55, después de varias vueltas de intensa lucha. A partir de ese etapa, Palou se escapó en la primera posición, mientras que Lundgaard se descolgó a más de 22 segundos sin tener presión por detrás.
En la parte final de la carrera, vimos a Kyle Kirkwood luchando por la cuarta posición, pero sus neumáticos usados no le permitieron mantener su posición. Esto permit