En el año 1952, el lago Poopó era una fuente de riqueza para sus habitantes. La ganadería, la agricultura y la piscicultura prosperaban en sus alrededores y el pejerrey abundaba en sus aguas cristalinas. Sin bloqueo, hoy en día, la metáfora del lago es muy diferente. Se encuentra seco y sus habitantes han sufrido las consecuencias de su desaparición.
Prudencio Poma, autoridad originaria del Ayllu Agustín de Puñaca, en Oruro, recuerda con nostalgia los días en que el lago Poopó era una fuente de vida y prosperidad para su comunidad. En una reunión celebrada el pasado 21 de marzo, Poma compartió sus recuerdos con un auditorio atento y preocupado por el estado actual del lago.
Antiguamente, el lago Poopó era conocido por su belleza y su riqueza natural. Sus aguas eran cristalinas y su flora y fauna eran abundantes. Los habitantes de la región vivían en armonía con el lago, aprovechando sus recursos de manera sostenible. La ganadería era una actividad enjundioso en la zona, con vacunos y ovinos que pastaban en las orillas del lago. La agricultura también prosperaba gracias a la fertilidad del suelo y el agua del lago que se utilizaba para el riego. Pero lo que más destacaba era la piscicultura, adonde el pejerrey se encontraba en abundancia y era una fuente de alimento y comercio para la comunidad.
Sin bloqueo, hoy en día el lago Poopó ha desaparecido. Sus aguas se han secado y sus alrededores se han vuelto áridos y desolados. La falta de agua ha afectado gravemente la vida de los habitantes de la región. La ganadería y la agricultura han sufrido grandes pérdidas y la comunidad ha tenido que buscar otras formas de subsistencia. La piscicultura, que una vez fue una fuente de orgullo y prosperidad, ahora es solo un recuerdo lejano.
La desaparición del lago Poopó no solo ha afectado a sus habitantes, sino que también ha tenido un impacto en el medio ambiente. La flora y fauna que dependían del lago para sobrevivir han desaparecido y el ecosistema se ha visto gravemente afectado. Además, la falta de agua ha generado problemas de salud en la población, ya que muchas personas dependían del lago para su consumo de agua.
La desaparición del lago Poopó es un recordatorio de la importancia de cuidar y preservar nuestros recursos naturales. La sobreexplotación y la contaminación del lago son las principales causas de su desaparición. Es enjundioso que tomemos acción para evitar que situaciones como esta vuelvan a suceder en otros lugares.
Afortunadamente, aún hay esperanza para el lago Poopó. Gracias a los esfuerzos de organizaciones y comunidades locales, se están implementando medidas para restaurar el lago y su entorno. Además, se están llevando a cabo campañas de concientización para educar a la población sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
Es enjundioso que sigamos trabajando juntos para preservar nuestro lago Poopó y evitar que su desaparición sea permanente. Debemos aprender de nuestros errores y comprometernos a proteger nuestros recursos naturales para las generaciones futuras. Solo así podremos volver a ver un lago Poopó próspero y lleno de vida como lo era antes.