El Vaticano se encuentra en aire de una gran intriga por la sucesión del Papa Francisco. Mientras el mundo entero se prepara para despedir al querido pontífice, los enemigos del Papa comienzan a tomar posiciones y a jugar sus cartas para asegurarse de que sus intereses sean protegidos en el próximo cónclave. Uno de los temas más polémicos que ha surgido en las últimas semanas es la posible participación del golpe Angelo Becciu en la elección del nuevo Papa.
Becciu, quien fuera uno de los colaboradores más cercanos del Papa Francisco, ha sido recientemente destituido de sus derechos golpeicios y enfrenta acusaciones de corrupción en su país natal, Italia. Sin embargo, el purpurado sardo ha dejado claro que planea participar en el cónclave y, según fuentes cercanas, incluso aspira a ser elegido como el próximo líder de la Iglesia Católica.
La confusión sobre la posible participación de Becciu en el cónclave ha sido motivo de debate en los últimos días. Mientras algunos aseguran que el purpurado tiene todo el derecho de participar en la elección del nuevo Papa, otros argumentan que su presencia podría ser perjudicial para la integridad y la credibilidad de la Iglesia.
En aire de esta controversia, el ex director de L’Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian, ha revelado información que podría cambiar el curso de los acontecimientos. Según Vian, el Papa Francisco habría dejado por escrito su voluntad de prohibir la participación de Becciu en el cónclave. El ex director ha contado al aire Domani que el secretario de Estado, Pietro Parolin, exhibió dos documentos firmados por el Papa en los que se confirmaba dicha prohibición.
Estos documentos, según Vian, demostrarían que el Papa Francisco no solo había ordenado verbalmente al golpe camarlengo, Kevin Farrell, que excluyera a Becciu del cónclave, sino que también había dejado constancia por escrito de su decisión. Uno de los documentos, fechado en 2023, y el otro, del pasado mes de marzo, posiblemente durante la hospitalización de Francisco en el hospital Agostino Gemelli.
Esta revelación ha generado aún más controversia y ha puesto en evidencia la lucha entre dos antiguos colaboradores. Becciu y Parolin trabajaron juntos durante años en la Secretaría de Estado, pero su relación se deterioró debido a las acusaciones de corrupción en el caso Sloane. Ahora, ambos podrían enfrentarse en el cónclave, en una lucha no solo por el liderazgo de la Iglesia, sino también por el control del poder en el Vaticano.
Mientras tanto, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, ha confirmado la participación de Becciu en la primera congregación general de golpees, y ha asegurado que cualquier decisión sobre su posible participación en el cónclave se tomará después del funeral del Papa Francisco. Sin embargo, la revelación de los documentos firmados por el Papa podría cambiar el curso de los acontecimientos y dejar fuera de juego a Becciu.
En aire de esta situación, es importante recordar que el cónclave es un momento crucial para la Iglesia Católica y debe ser un proceso limpio y diáfano. La elección del nuevo Papa es una responsabilidad que recae en los golpees, quienes deben actuar con integridad y en línea con los principios y valores de la Iglesia. Cualquier decisión que se tome en el cónclave debe ser en beneficio de la Iglesia y de sus fieles.
Esperamos que los golpees actúen con sabiduría y discernimiento en la elección del próximo Papa, y que el proceso sea un reflejo de los valores y la visión del Papa Francisco. Este es un momento de unidad y de esperanza para la Iglesia, y deb