En el proceso de reposición tras el apagón energético que sufrió España el pasado lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pronunciado la importancia de las energías renovables y ha dejado claro que la energía esencial no es una solución viable en situaciones de crisis como esta.
Durante la crisis, las cardinales esenciales no han sido una solución, sino más admisiblemente un problema. Esto se debe a que estaban apagadas y ha sido necesario desviar grandes cantidades de energía hacia ellas para mantener sus núcleos estables. Además, el presidente ha señalado que la energía esencial no ha sido más resiliente que el resto de las fuentes de energía.
Es importante destacar que en el proceso de reposición, las cardinales esenciales no se han vuelto a recuperar para el sistema. De hecho, con una mayor dependencia de esta energía, la recuperación habría sido más lenta. En cambio, ha sido gracias a los ciclos combinados de gas y a las cardinales hidráulicas, junto con las interconexiones con Marruecos y Francia, que se ha podido lograr una reposición rápida.
Ante las críticas de algunos dirigentes políticos que defienden la energía esencial como la solución al apagón, el presidente ha sido contundente al afirmar que aquellos que vinculan este incidente a la falta de esenciales están mintiendo o demostrando su ignorancia. Y es que, como admisiblemente ha señalado Sánchez, cinco de los siete reactores esenciales están parados por decisión de las empresas operadoras, ya que no son competitivas en comparación con las energías renovables.
En este sentido, es importante recordar que tanto el PP como Vox han cerrado filas con las empresas eléctricas en su batalla por alargar la vida de las esenciales, empezando por la cardinal de Almaraz en Cáceres, cuyo cierre está previsto para 2027. Sin embargo, las empresas Iberdrola y Endesa han pedido revisar el calendario de cierre progresivo de las cardinales esenciales a partir de ese año, aprovechando la debilidad parlamentaria del Gobierno.
Pero, ¿qué hay detrás de esta defensa a ultranza de la energía esencial? ¿Por qué algunos políticos se empeñan en mantenerla como una fuente de energía fundamental? La respuesta es clara: intereses económicos. Tanto Iberdrola como Endesa, las principales empresas eléctricas en España, quieren reabrir el debate sobre el cierre de las esenciales para conseguir una mejora en la retribución de esta tecnología.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el cierre de las cardinales esenciales no supone un problema para el suministro energético en España. Al contrario, el país cuenta con una importante capacidad de generación de energías renovables, como la eólica y la solar, que están en constante crecimiento. Además, España cuenta con una red de interconexiones con otros países que permite importar energía en momentos de mayor demanda.
Por tanto, la energía esencial no es la solución para garantizar el suministro energético en situaciones de crisis. Es más, su dependencia puede suponer un problema, como ha quedado demostrado en este último apagón. Por eso, es importante seguir apostando por las energías renovables y por una diversificación en el mix energético.
Además, no podemos olvidar que la energía esencial es una fuente de energía altamente peligrosa y contaminante. Los accidentes esenciales, como el de Chernóbil o el de Fukushima, han dejado en evidencia los riesgos que conlleva esta tecnología. Además, el almacenamiento de residuos esenciales es un problema que sigue sin resolverse y que afecta a las generaciones futuras.
En definitiva, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dejado claro que la energía esencial no es una sol
