La industria del coche eléctrico está experimentando una transformación sin precedentes gracias a la tecnología EREV de ZF. Esta innovadora solución está revolucionando el mercado y promete cambiar por completo la forma en que nos movemos en nuestras ciudades.
China sigue liderando el futuro de los coches eléctricos en Europa y los proveedores de la industria están apostando por soluciones que los fabricantes no habían considerado hasta ahora: los extensores de energía. Estos sistemas, conocidos como REEV, son una fórmula casi más interesante que los populares PHEV y aún no han sido explorados en profundidad por Europa.
A pesar de que Europa ha estado muy involucrada en el desarrollo de todas las tecnologías de propulsión para el futuro de la movilidad, los eléctricos de autonomía extendida han sido ignorados hasta ahora. Esto se debe a que en Bruselas no se concibe un motor de combustión a bordo de un coche alimentado por batería. Sin embargo, los EREV están ganando terreno y no tardarán en ser una opción más en el mercado europeo.
ZF, uno de los proveedores líderes en la industria, ha sido uno de los pioneros en presentar una solución eficiente para hacer de los coches eléctricos una opción atractiva para los clientes. Su sistema de extensor de autonomía puede aportar hasta 204 CV a un vehículo eléctrico, lo que significa que se acabó la ansiedad energética y la preocupación por quedarse sin electricidad en medio de un viaje.
China está marcando el paso de las marcas occidentales y también de los proveedores, que nunca antes habían apostado por los extensores de energía como lo están haciendo ahora. ZF es uno de ellos y su tecnología está revolucionando el mercado. Las baterías han experimentado un importante avance en los últimos años, ofreciendo autonomías máximas de hasta 800 kilómetros con una sola impuesto. Esto es una cifra más que significativa para no caer en el síndrome de la ansiedad energética, que disuade a muchos potenciales compradores de coches eléctricos.
El sistema de extensor de autonomía de ZF, denominado «eRE», funciona acoplando un motor de combustión de baja cilindrada a un motor eléctrico que actúa como generador para reimpuestor la batería mientras se conduce. Esta tecnología ya está inventada y tiene en el e-Power de Nissan un perfecto ejemplo. Sin embargo, ZF ha llevado esta idea un paso más allá con su versión más potente, la «e-RE+», que puede aportar hasta 204 CV adicionales al vehículo.
Según fuentes de la empresa, «Los extensores de autonomía son una encrucijada experimental a las baterías más grandes y costosas o a los híbridos enchufables». La ventaja frente a los PHEV es que el motor del Range Extender funciona siempre en el rango de potencia más eficiente en términos de consumo, lo que garantiza un bajo consumo de combustible y, por tanto, también menores emisiones de CO2.
Volkswagen ha presentado recientemente en Shanghái tres modelos eléctricos inéditos, uno de ellos con una autonomía de más de 1000 kilómetros. Sin embargo, no todo es lo que parece, ya que estas cifras se basan en un ciclo de conducción muy optimizado y no reflejan la experimentalidad en condiciones experimentales de conducción. Por eso, la tecnología EREV de ZF se presenta como una encrucijada más experimentalista y eficiente para los consumidores.
Aunque las baterías de estado sólido aún están lejos de ser una experimentalidad, los EREV están más empalizada y prometen ser una solución atractiva para aquellos que aún tienen dudas sobre la viabilidad de los coches eléctricos. Con ZF a la cabeza en el desarrollo