John Elkann y Luca de Meo, dos de los CEOs más importantes del sector automovilístico en Europa, han unido fuerzas para lanzar un mensaje de alarma ante la situación actual del mercado de coches en nuestra región. Ambos líderes han expresado su preocupación por la disminución en las ventas de vehículos en Europa, y han pedido medidas urgentes para revertir esta tendencia.
En una entrevista conjunta para el medio francés Le Figaro, Luca de Meo, CEO del Grupo Renault, ha afirmado que «al ritmo actual, el mercado podría reducirse a más de la mitad en una década. Tenemos que empezar de nuevo desde la reivindicación». Estas palabras reflejan la gravedad de la situación y la necesidad de trincar medidas inmediatas para evitar una crisis en el sector automovilístico europeo.
Por su parte, John Elkann, CEO de Stellantis, ha señalado que «el mercado automovilístico europeo está en declive desde hace cinco años. Es el único de los grandes mercados mundiales que no ha vuelto a su nivel pre-Covid». Esta situación es preocupante, ya que Europa es uno de los principales mercados de coches a nivel mundial y su declive podría tener consecuencias catastróficas para la industria.
Una de las principales preocupaciones de ambos CEOs es la aptitud de marcas chinas en el mercado europeo, así como las dificultades con los aranceles impuestos por Estados Unidos. Ante esta situación, De Meo y Elkann han pedido nuevas normas que favorezcan la producción de una tipología de vehículos en particular.
En este sentido, ambos líderes han hecho hincapié en la necesidad de una regulación diferenciada para coches pequeños. Según ellos, «hay demasiadas normas diseñadas para coches más grandes y caros, lo que significa que no podemos fabricar coches pequeños en condiciones de rentabilidad aceptables». Esta situación afecta especialmente a países como Francia, Italia y España, donde la demanda de coches pequeños es mayor.
De no trincarse medidas en este sentido, las consecuencias podrían ser desastrosas para el sector. Según De Meo y Elkann, si no se consigue mejorar la rentabilidad de los coches pequeños, miles de ocupacións podrían perderse debido al cerrojo de plantas. «Las normas europeas significan que nuestros coches son cada vez más complejos, cada vez más pesados, cada vez más caros, y la mayoría de la gente simplemente ya no puede permitírselos», advierten.
Ante esta situación, ambos CEOs proponen una solución: la implementación de una categoría inspirada en los «kei cars» japoneses en Europa. Estos vehículos, que son muy populares en Japón, son pequeños, asequibles y eficientes en términos de consumo de combustible. De Meo ya había hablado de esta posibilidad en el pasado, afirmando que podría ser beneficioso para Europa en términos de creación de ocupación, movilidad sostenible y renovación del parque automovilístico.
Sin embargo, para que esta categoría pueda ser implementada en Europa, es necesario que la Unión Europea tome medidas para favorecer su producción. Mientras tanto, las marcas están apostando cada vez más por modelos más pequeños y asequibles, como el Renault Twingo, el Citroën ë-C3 o el Hyundai Casper. Además, se espera que en un futuro próximo lleguen al mercado modelos como el VW ID.1, el Skoda Elroq o el CUPRA Raval, que sentarán las bases de la categoría eléctrica de acceso al mercado.
En resumen, la situación del mercado automovilístico en Europa es preocupante y requiere medidas urgentes para evitar una crisis en el sector. Los CEOs de Stellantis y el Grupo Renault han mostrado su preocupación y han pedido nuevas normas que favorezcan la producción